Las considerables pérdidas y los efectos negativos tanto en el ámbito social como ambiental derivados de un problema fitopatológico que impacta a los viñedos en todo el país podrían prevenirse mediante una solución innovadora respaldada por la ciencia y el saber característicos de la Universidad de Concepción.
Un grupo de expertos del Centro de Biotecnología UdeC ha desarrollado el "Kit molecular para la detección rápida del oídio (Erysiphe necator) en cultivos de uva". Esta tecnología tiene la capacidad de identificar de manera rápida un hongo perjudicial que afecta gravemente a los viñedos. Se destaca por proporcionar resultados rápidos que pueden ser utilizados en el lugar por propietarios o personal que trabaja en las viñas, sin requerir la presencia de profesionales expertos ni análisis de laboratorio.
Este avance se llevó a cabo como parte de un proyecto que tuvo una duración de aproximadamente un año y que fue financiado por Corfo a través del Comité de Fomento Productivo de Biobío, utilizando el instrumento Súmate a Innovar. La empresa beneficiaria fue Green Focus, una empresa de base científico-tecnológica fundada por cuatro científicas como spin-off de la UdeC.
La iniciativa de desarrollar este test se llevó a cabo como parte de un proyecto de investigación e innovación liderado por el Dr. José Luis Ulloa, del Laboratorio de Genómica Forestal del Centro de Biotecnología de la UdeC. El Dr. Eugenio Sanfuentes, experto en fitopatología y académico de la Facultad de Ciencias Forestales, quien brindó asesoramiento para los avances científicos y el Mg. Samuel Peña, del Centro de Biotecnología de la UdeC, quien desempeñó un papel fundamental como Gestor Tecnológico y encargado de la transferencia a la empresa. Además, las socias de la empresa aportaron conocimientos en técnicas moleculares que respaldan la operación efectiva de la nueva tecnología.
“Con este kit se busca que el empresario viñatero sea capaz de identificar en forma temprana la presencia del hongo para tomar medidas tempranas y así evitar su propagación”, destaca el Gestor Tecnológico Mg. Samuel Peña.
Estos objetivos tienen el potencial de generar un impacto significativo que esperan extender ampliamente en un futuro cercano dentro del sector local, abordando así la problemática de la enfermedad agrícola.
El aspecto más destacado es la rapidez con la que la prueba proporciona resultados, en cuestión de minutos, a diferencia de los análisis de laboratorio convencionales que pueden llevar días. Esto conlleva a su vez una disminución en la necesidad de aplicar agroquímicos que comúnmente se utilizan para controlar el hongo, lo que reduce la inversión y mejora la sostenibilidad ambiental de los productos vitivinícolas, además de prevenir pérdidas de cultivos. Todo esto es posible gracias a una herramienta basada en la ciencia, el conocimiento y la tecnología desarrollada en la Región del Biobío.
Los investigadores detallan que para crear este kit molecular, idearon un sistema que imita un análisis de laboratorio, utilizando equipos y tecnologías fundamentadas en métodos moleculares. Estas soluciones son fáciles de manipular y fueron adaptadas para su uso en el campo.
El principal objetivo del proyecto fue desarrollar un prototipo de tecnología a escala de laboratorio para detectar de manera rápida y sencilla el hongo causante del oídio. El equipo destaca que recientemente lograron superar las pruebas de validación en condiciones reales de operación, aplicando el kit en los cultivos de vid de la Viña de Neira.
Sin embargo, en el campo de la ciencia y la tecnología, cada respuesta genera nuevas preguntas, cada desafío superado conlleva nuevos retos y cada proyecto concluido impulsa la iniciativa de comenzar otro. Al revisar el proceso finalizado, los investigadores señalan que el desafío más complejo fue adaptar ciertas técnicas moleculares y condiciones operativas para que el kit pudiera ser utilizado en los viñedos por personal con poca capacitación.
Con este logro como punto de partida, el equipo planea continuar su trabajo para mejorar los resultados y desarrollar un prototipo a mayor escala, con miras a realizar pruebas más ambiciosas que permitan alcanzar la meta de crear un producto comercial disponible para su uso y para tener un impacto significativo.
Los desafíos incluyen optimizar las etapas de operación en terreno del kit y reducir los costos de producción mediante el uso de materias primas e insumos más económicos, lo que resultaría en una propuesta más atractiva para los posibles clientes.
Para lograr estos objetivos, es fundamental obtener recursos a través de nuevos instrumentos a los que planean postularse, con el fin de crear las condiciones necesarias para llevar a cabo un trabajo de esta magnitud.
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