Coloris Biotech es un Spin Off de la Universidad de Concepción, creada como una empresa de base tecnológica universitaria (EBTU) en 2022 por un grupo de 4 investigadores de la UdeC:
La empresa tiene como propuesta de valor la producción de colorantes naturales utilizando bio-fábricas bacterianas que tienen un rendimiento y sustentabilidad superiores a otras fuentes naturales de los mismos colores, tales como plantas, insectos, micro y macro algas.
Esto responde a la creciente demanda global de colorantes naturales debido a los impactos negativos que diversos colorantes artificiales presentan para la salud, especialmente en niños y niñas, además de una serie de cambios en la normativa internacional y nacional que buscan disminuir el consumo de estos últimos en la población.
En términos sencillos, la investigación se resume en que el equipo de Coloris ha logrado que proteínas que naturalmente son producidas en fuentes como algas y vegetales, sean producidas por bacterias.
Para ello se requirió de una larga investigación sobre la maquinaria genética detrás de la síntesis de estos colorantes. Contando con esta información se pudo “dar la instrucción” correcta a nuestras bacterias para que produzcan el color que que se desea.
Al trabajar con bacterias, que se reproducen muy rápidamente, se puede obtener grandes volúmenes en períodos más cortos de tiempo, en comparación con un cultivo vegetal, por ejemplo.
Para el equipo de investigadores de Coloris Biotech, la relevancia de esta investigación tiene una estrecha relación con la innovación:
"Nuestra investigación es altamente innovadora, contando con una tecnología patentada única en nuestro país y el mundo. A través de la creación de Spin off de base universitaria, se valoriza la investigación al sentar las bases para la creación de nuevas industrias de base científico tecnológica con un impacto económico-social real y tangible.
La principal relevancia de la investigación llevada a cabo por Coloris Biotech es que esta da respuesta a las necesidades de un mercado en constante búsqueda de alternativas a los colorantes artificiales.
Es importante destacar que esta demanda será cada vez mayor dadas las restricciones actuales a diversos colorantes artificiales. Por ejemplo, colores como el azul brillante, el rojo altura, el amarillo crepúsculo, entre otros, ya se encuentran prohibidos en varios países europeos y en Chile existe un proyecto de ley que apunta en la misma línea".
"Si bien nuestra empresa se creó hace casi dos años, la idea central y las bases de nuestra tecnología comienzan el año 2018 con la investigación postdoctoral de Jorge Dagnino Leone, uno de nuestros socios fundadores, quien logró desarrollar la primera prueba de concepto de nuestras Bio-fabricas bacterianas, obteniendo por primera vez nuestros colorantes azul y rojo a pequeña escala, los que tradicionalmente se obtienen a partir de algunas micro y macro algas, con menores rendimientos y tiempos de cultivo considerablemente más largos.
Actualmente, gracias a la adjudicación de un proyecto StartUp Ciencia de ANID, sumado al apoyo de distintas reparticiones de la UdeC (Oficina de Transferencia y Licenciamiento e IncubaUdeC) hemos logrado escalar esta prueba de concepto a nivel de pre-pilotaje, adaptando metodologías de laboratorio a las utilizadas comúnmente en la industria.
Hoy contamos con un prototipo de colorante azul en polvo que busca reemplazar el tradicional color del azul brillante y estamos trabajando en el desarrollo de nuevos colores, enfocados en el mercado de bebidas isotónicas, alcohólicas, y aguas funcionales".
"A nivel personal, uno de nuestros principales desafíos como emprendedores, ha sido compatibilizar nuestra dedicación a Coloris con los tiempos dedicados a nuestras actividades diarias como investigadores, académicos, padres, entre otras responsabilidades. Emprender significa un sacrificio importante y una salida de nuestra zona de confort que sabemos traerá frutos en el mediano-largo plazo.
En lo técnico, nos ha resultado difícil encontrar algunos socios clave relacionados con el escalamiento del cultivo de nuestras biofábricas bacterianas. Las capacidades para escalar cultivos bacterianos a nivel industrial en Chile son escasas y seguimos en la búsqueda de alianzas clave para lograr este desafío".
"Desde que estamos en esto y al aprender mucho más sobre los efectos negativos que presentan los colorantes de origen sintético y que alternativas naturales existen, todos nos hemos vuelto más conscientes al comprar alimentos coloreados. Hoy cuando vamos al supermercado creo que todos estamos mucho más atentos a las etiquetas nutricionales e ingredientes de este tipo de alimentos".
Actualmente Coloris Biotech opera de manera incubada en la Universidad de Concepción, dentro del laboratorio GIBMAR (Grupo interdisciplinario de Biotecnología Marina) del Centro de Biotecnología de la Universidad de Concepción. Cuenta con una licencia de prueba que permite hacer uso de la tecnología desarrollada en la UdeC durante la ejecución de los proyectos que permite validar técnica y comercialmente esta tecnología.
"Actualmente estamos en un proceso de validación comercial, conversando con diversos actores del rubro alimentario, tanto distribuidores de colorantes naturales como empresas que utilizan estos colorantes en la elaboración de sus productos, varios de los cuales han manifestado su interés en nuestro producto. (hemos sostenido reuniones con varias empresas sin embargo preferimos no mencionarlas por temas de confidencialidad)".
"Estamos muy contentos dado que recientemente nos comunicaron que adjudicamos un fondo CORFO Semilla Inicia, que nos permitirá seguir avanzando en la optimización y empaquetamiento de nuestro producto final, lo cual significa un cierre de año exitoso para nuestro equipo y que evidencia que existe un interés real por nuestra tecnología y porque esta siga avanzando".
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