Cada 26 de marzo, según lo establecido por la resolución de las Naciones Unidas, se conmemora el Día Mundial del Clima con el propósito de sensibilizar a la población acerca de la influencia de las acciones y actividades en el cambio climático que poseen las personas en el planeta, y para generar conciencia sobre este problema con el fin de fomentar hábitos más sostenibles para la protección del medio ambiente.
El cambio climático está volviendo nuestro mundo más peligroso. Las tormentas, cada vez más frecuentes y violentas, causan devastación en vidas y hogares. Las graves sequías están afectando gravemente las formas de vida en las zonas rurales. Según las la UNESCO, el aumento del nivel del mar amenaza a las regiones costeras y a los países insulares y se proyecta que entre 2030 y 2050 se producirán unas 250,000 muertes adicionales al año debido a la malnutrición, la malaria y el estrés térmico relacionados con el clima.
El cambio climático afecta a todas las personas, pero son las comunidades más pobres y vulnerables, especialmente las mujeres y las niñas, las que más sufren las consecuencias de las crisis ambientales, económicas y sociales.
Ante un panorama lleno de pruebas de las amenazas naturales asociadas con las variaciones climáticas del planeta, y considerando que se prevén efectos aún más complejos en el futuro, la UNESCO señala que es fundamental recordar la importancia de:
En línea con el Acuerdo de París de diciembre de 2015, adoptado en la COP21 y que entró en vigor en noviembre de 2016, para abordar el cambio climático y promover la resiliencia climática que el mundo requiere, se acordó reducir de manera significativa las emisiones globales de gases de efecto invernadero y limitar el aumento de la temperatura global en este siglo a 2 grados Celsius, buscando incluso medidas para limitarlo aún más, a 1.5 grados Celsius. Este acuerdo proporciona un marco para las acciones globales en las próximas décadas.
Para la Dra. Katherine Sossa, quien es investigadora del Laboratorio de Biopelículas y Microbiología Ambiental del Centro de Biotecnología de la Universidad de Concepción, el aporte que se hace al cuidado del medioambiente desde el laboratorio tiene relación con los diversos proyectos que allí se desarrollan:
"Dentro de nuestro laboratorio se realizan una serie de proyectos y actividades siempre pensando en el cuidado del medioambiente. Como equipo estamos constantemente desarrollando y generando bioproductos, los cuales provienen desde organismos vivos y que además son amigables con el medioambiente, biodegradables y no producen toxicidad ni contaminación".
Por su parte, para Inelvis Castro, candidata a doctora de la Facultad de Ciencias Forestales y parte del Laboratorio de Cultivo de Tejidos Vegetales del Centro de Biotecnología UdeC, el aporte que desde su laboratorio se realiza respecto al cuidado del medioambiente tiene relación con conservación de especies forestales de interés:
"El cultivo in vitro que desarrollamos en el laboratorio es usado como herramienta biotecnológica que alcanza una gran importancia para el establecimiento de bancos de germoplasma que a su vez contribuyen a la conservación y/o reforestación de especies forestales de interés.
Además en el laboratorio se estudian mecanismos de respuestas a estrés tanto biótico como abiótico a los que nuestras plantas se encuentran sometidas actualmente, ya que es muy importante entender la respuesta de las plantas ante un cambio en sus condiciones naturales de crecimiento y cómo nosotros podemos aportar desde la ciencia para que ellas sean capaces de resistir y adaptarse a estas nuevas condiciones".
En lo relacionado a las acciones que las personas pueden tomar para ser parte del aporte al cuidado del medioambiente y al cambio climático la Mg. Natalia Padilla del Laboratorio de Biopelículas y Microbiología Ambiental señala que se puede comenzar con pequeñas acciones en el día a día:
"Creo que todo inicia por informarse sobre estas temáticas y desarrollar una opinión propia, para que así se genere una consciencia sobre la importancia acerca del cuidado del medioambiente y la valoración de nuestros entornos naturales.
Así, se puede llegar poner en práctica ciertas acciones que permitan un aporte significativo en el cuidado del planeta. Estas acciones pueden ser, por ejemplo, un mayor cuidado en el uso del agua; la separación de residuos que se generan en el hogar; intentar reciclar lo más posible; entre otras variadas formas de aportar cotidianamente.
Es a través de esas pequeñas obras es que como sociedad podemos contribuir a la valoración de nuestro planeta y para poder entender que dichas acciones son un beneficio para todos y no sólo para quien las realiza".
Así, la ciencia se evidencia como un pilar fundamental dentro de los diversos agentes que aportan en solucionar todo lo que conlleva el cambio climático del planeta, dando grandes pasos hacia una tecnología y desarrollo más sustentable y amigable con el medioambiente.
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