El Día Mundial del Agua se celebra el 22 de marzo de cada año desde 1993, esta fecha fue designada por la Asamblea General de las Naciones Unidas para resaltar la importancia del agua dulce y abogar por la gestión sostenible de los recursos hídricos. Esta conmemoración se utiliza para sensibilizar a las personas sobre los desafíos relacionados con el acceso al agua potable, la escasez de agua, la contaminación del agua y otros temas cruciales relacionados con este recurso vital.
El agua es esencial para la vida en la Tierra y desempeña un papel fundamental en numerosos aspectos, como la salud, la seguridad alimentaria, el desarrollo económico y la preservación del medio ambiente. El Día Mundial del Agua proporciona una plataforma para promover la conciencia pública sobre estos temas y fomentar la acción para abordarlos.
Cada año, el Día Mundial del Agua tiene un tema específico que destaca un aspecto particular relacionado con el agua, como la cooperación transfronteriza, la mitigación del cambio climático o el acceso equitativo al agua. El lema del Día Mundial del Agua en 2024 es "Agua para la paz".
La celebración de este día involucra a gobiernos, organizaciones internacionales, la sociedad civil y ciudadanos de todo el mundo en actividades destinadas a mejorar la gestión del agua y garantizar su disponibilidad para las generaciones futuras.
Según las Naciones Unidas el agua tiene el potencial de promover la paz o generar conflictos. La escasez o contaminación del agua, así como el acceso desigual o limitado a ella, pueden provocar tensiones entre comunidades y naciones.
Junto con ello, las Naciones Unidas señalan que actualmente a 2024 existen más de 3000 millones de personas en todo el mundo dependen de recursos hídricos que atraviesan fronteras nacionales, pero sólo 24 países cuentan con acuerdos de cooperación para gestionar estos recursos compartidos.
La salud pública, la prosperidad, los sistemas alimentarios y energéticos, así como la productividad económica y la integridad ambiental, están estrechamente ligados al adecuado funcionamiento y manejo equitativo del ciclo del agua.
Cuando colaboramos en el ámbito del agua, generamos un impacto positivo en cadena, fomentando la armonía, impulsando la prosperidad y fortaleciendo la capacidad de recuperación ante desafíos compartidos.
Es esencial que reconozcamos que el agua no es simplemente un recurso sujeto a explotación y competencia, sino un derecho humano fundamental que afecta todos los aspectos de la vida.
Para el doctor en Ingeniería Ambiental de la Universidad de North Carolina, Estados Unidos e Investigador del Centro de Biotecnología de la Universidad de Concepción y experto en tratamiento de agua potable, PhD. Alfred Rossner hay variadas situaciones en las que las personas pueden aportar en dar más vida útil al agua en su vida diaria:
"Existen variadas formas de aportar a cuidar los recursos hídricos, que van desde cosas tan sencillas como no dejar corriendo el agua al momento de lavarse los dientes o limpiar nuestros automóviles por medio de un lavado en seco.
Pero también existen nuevas alternativas como lo son la reutilización de aguas grises que no contengan patógenos que puedan generar problemas a la salud de las personas.
Además, cabe indicar que existen tecnologías para tratar agua de diferentes calidades y mejorar su calidad para reutilizar, es decir, reutilizar agua que ya ha sido usada pero que no posee ningún componente microbiológico que pueda generar algún tipo de daño. Un ejemplo de ello es la utilización de aguas grises para regar plantas y jardines.
Así mismo también se puede realizar la cosecha de aguas lluvias, es decir, utilizar un recipiente con una malla que funcione como colador y posteriormente guardarla en estanques y utilizarla también para riegos, lavado de vehículos o incluso para el compostaje".
En ocasión del Día Mundial del Agua, es necesario que la sociedad se una en torno al agua para así emplearla como un medio para promover la paz, sentando así las bases de un futuro más estable y próspero.
Por su parte el doctor en Oceanografía Química y Biológica de la Universidad de Kiel y Director del Laboratorio GIBMAR del Centro de Biotecnología el Dr. Cristian Agurto, resalta la importancia del cuidado del agua en la vida cotidiana:
"Creo que por ejemplo, se puede optimizar de mejor manera el uso del agua a través de su reciclaje, a la par de trabajar en la reducción del uso hídrico, es decir, no usar tanta agua para realizar nuestras labores cotidianas.
Al mismo tiempo creo que como país tenemos una necesidad ingenieril respecto a obras públicas que permitan estancar el agua, y así, por ejemplo, no perder las aguas lluvias o perder tanta agua de los ríos que terminan desembocando en el mar. Por lo tanto creo que Chile tiene un desafío importante en lograr desarrollar sistemas que logren aposar agua para aprovechar su uso y no desperdiciarla".
El agua tiene el potencial de promover la paz o generar conflictos. Cuando el suministro de agua es escaso o está contaminado, o cuando hay dificultades para acceder a él, las tensiones pueden intensificarse. Al cooperar en asuntos relacionados con el agua, podemos abordar equitativamente las necesidades de todos y contribuir a la estabilidad mundial.
La prosperidad y la paz están estrechamente vinculadas al agua. A medida que los países enfrentan desafíos como el cambio climático, las migraciones masivas y la inestabilidad política, es crucial que coloquen la cooperación en temas de agua en el centro de sus agendas.
Es así que el agua tiene el potencial de ser una solución en momentos de crisis. Al unirnos para gestionar de manera justa y sostenible los recursos hídricos, desde el nivel internacional con los convenios y convenciones de las Naciones Unidas hasta las acciones a nivel local, podemos promover la armonía entre comunidades y países.
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