mayo 13, 2025
En el marco de las nuevas incorporaciones científicas del año 2025, el Centro de Biotecnología de la Universidad de Concepción dio la bienvenida a nuevas investigadoras e investigadores que llegan a fortalecer el ámbito interdisciplinario que define el quehacer de esta unidad académica. Esta renovación de talentos no solo implica un crecimiento en términos de capital humano, sino que también permite abrir nuevas líneas de trabajo, potenciar la productividad científica y generar vínculos estratégicos con otros sectores del conocimiento y la producción.
Una de las nuevas incorporaciones es la de la Dra. María Dolores López Belchí, doctora en Química, quien se integra como investigadora asociada al CB-UdeC, aportando su experiencia en química aplicada al ámbito agroalimentario, además de una sólida trayectoria en investigación interdisciplinaria con enfoque en fitoquímica, bioestimulantes y bioproductos.
¿Cómo se dio su incorporación al Centro de Biotecnología?
"Hace más de diez años que llegué a la Universidad de Concepción, motivada por diversas razones, e incorporándome a la Facultad de Agronomía donde se requería un perfil químico orientado al área agroalimentaria. Esa coincidencia me permitió radicarme en Concepción y comenzar a desarrollar mi carrera en esta institución, donde he podido crecer profesional.
Con el tiempo, y de forma muy natural, comencé a colaborar con investigadores del Centro de Biotecnología. Estuvimos trabajando en proyectos conjuntos, escribiendo propuestas y compartiendo visiones.
Entre los colegas con quienes he tenido una relación más activa están el Dr. Cristian Agurto, el Dr. Mauricio Schoebitz, el Dr. Homero Urrutia, la Dra. Sofía Valenzuela y la Dra. Rosario Castillo, entre otros. Esas colaboraciones demostraron que existía un terreno fértil para una integración más formal y sostenida.
Además, siempre he valorado el enfoque del Centro de Biotecnología, donde la investigación aplicada tiene un rol muy importante, especialmente en lo relacionado con el ámbito agrario. Esta visión calza perfectamente con las áreas que desarrollamos en el laboratorio BIOINVE (Bioactivos en Plantas e Ingredientes Vegetales), por lo que sumarme como investigadora asociada fue una evolución natural y muy coherente en mi trayectoria.”
¿Cuáles son sus impresiones respecto a esta nueva etapa como investigadora del CB-UdeC?
"Mi incorporación ha sido muy positiva. Desde el primer momento me he sentido acogida y valorada por el equipo del Centro. El CB-UdeC es una entidad que se caracteriza por su fuerte componente interdisciplinario, lo que lo convierte en un espacio sumamente estimulante para cualquier investigador o investigadora que busque ampliar sus horizontes y salir de los límites tradicionales de su disciplina.
Uno de los aspectos que más valoro es la posibilidad de interactuar con personas de diferentes áreas del conocimiento. Esa diversidad no solo enriquece nuestras investigaciones, sino que permite generar ideas nuevas, detectar oportunidades de colaboración y plantear proyectos con una mirada más integral. En lo personal, esto ha significado un impulso importante, y en lo colectivo, creo que beneficiará también a mi equipo de trabajo, ya que podremos involucrarnos en redes más amplias y desafiantes.
Espero sinceramente que podamos ser un aporte para el Centro, tanto en términos de productividad científica como en la apertura de nuevas líneas de trabajo y redes de colaboración. Creo que hay mucho que aportar desde lo que hacemos, especialmente considerando que trabajamos en áreas que tienen una conexión directa con los desafíos productivos y ambientales del presente.”
¿Qué proyecciones vislumbra a partir de su incorporación y de la llegada de nuevos investigadores al CB-UdeC?
"El ingreso de nuevos investigadores a una entidad como el CB-UdeC siempre es una buena noticia, porque permite renovar miradas, sumar competencias y abrir nuevas rutas de investigación. En nuestro caso, desde el laboratorio BIOINVE trabajamos fuertemente en evaluaciones del perfil fitoquímico de especies vegetales, con una orientación muy cercana a la industria agroalimentaria. Nuestra incorporación al Centro abre posibilidades de expandir ese trabajo hacia sectores como el ambiental, forestal, y tecnológico, a través del estudio de biomarcadores químicos y la aplicación de herramientas tecnológicas que permiten estudiar a través de los fitoquímicos las respuestas fisiológicas a diferentes estímulos ambientales."
Además, una de nuestras líneas de trabajo es el desarrollo de ingredientes, bioestimulantes o biofertilizantes a través de técnicas de encapsulación. Todos ellos son elementos clave para avanzar en una agricultura más sostenible y tecnológicamente avanzada. En ese sentido, el CB-UdeC nos da la plataforma perfecta para vincularnos con el entorno productivo, no solo desde la investigación, sino también desde la transferencia de conocimiento.
Creo que uno de los grandes desafíos de la ciencia hoy es salir del aislamiento y abrirnos a otras disciplinas o equipos. Espacios como el Centro de Biotecnología ayudan precisamente a romper esa lógica: aquí conviven investigadores con perfiles muy diversos, lo que crea un ambiente ideal para generar sinergias reales y duraderas.
Estoy convencida de que en este contexto no solo será posible desarrollar ciencia de excelencia, sino también formar redes sólidas, construir nuevos proyectos, e incidir de manera concreta en los procesos de innovación tecnológica que hoy demanda nuestra sociedad. En esa dirección, el CB-UdeC tiene mucho que aportar, y también muchas oportunidades para crecer.”
La incorporación de la Dra. María Dolores López Belchí representa una nueva oportunidad para fortalecer la mirada interdisciplinaria que define al Centro de Biotecnología UdeC. Con una trayectoria consolidada en química aplicada al sector agroalimentario y un firme compromiso con la innovación, su llegada marca un punto de encuentro entre ciencia, tecnología y sociedad.
Más allá del enriquecimiento científico que su trabajo implica, esta incorporación también proyecta una apertura hacia nuevas líneas de colaboración y transferencia, alineadas con los desafíos actuales de la sostenibilidad, la producción de alimentos y el desarrollo de tecnologías basadas en la biotecnología vegetal.
En un mundo que exige soluciones cada vez más integrales, colaborativas y basadas en el conocimiento, el CB-UdeC continúa consolidándose como un espacio donde la diversidad de disciplinas, saberes y experiencias se transforma en una ventaja estratégica para enfrentar el futuro.