abril 25, 2025
Cada 25 de abril se conmemora el Día Internacional del ADN, una fecha que une dos hitos históricos fundamentales en la historia de la ciencia: la publicación del modelo de la doble hélice del ADN en 1953 y la finalización del Proyecto Genoma Humano en 2003. Ambos acontecimientos transformaron para siempre nuestra comprensión de la vida y sentaron las bases de la biotecnología moderna.
El 25 de abril de 1953, la revista Nature publicó un artículo que cambiaría la biología para siempre. En él, los investigadores James Watson y Francis Crick, del laboratorio Cavendish en Cambridge, presentaron por primera vez el modelo de doble hélice del ADN (ácido desoxirribonucleico).
Este modelo revelaba que el ADN está compuesto por dos cadenas entrelazadas en espiral, unidas por pares de bases nitrogenadas (adenina con timina, y guanina con citosina). Esta estructura explicaba cómo se almacena y replica la información genética, un avance que permitió comprender cómo se transmite la herencia entre generaciones.
Si bien Watson y Crick fueron reconocidos ampliamente, hoy sabemos que este hallazgo fue posible gracias a los aportes clave de otros científicos, como Rosalind Franklin, quien obtuvo imágenes por difracción de rayos X que resultaron esenciales para deducir la forma helicoidal del ADN, y Maurice Wilkins, su colega en el King's College de Londres.
En 1962, Watson, Crick y Wilkins recibieron el Premio Nobel de Fisiología o Medicina. Franklin, que falleció en 1958, no fue reconocida con este galardón, ya que no se otorga de forma póstuma, aunque su legado científico ha sido reivindicado ampliamente en las últimas décadas.
Exactamente 50 años después, el 25 de abril de 2003, se anunció la culminación del Proyecto Genoma Humano (PGH), uno de los esfuerzos científicos internacionales más ambiciosos de la historia. Iniciado en 1990, el PGH tuvo como meta secuenciar los 3 mil millones de pares de bases del ADN humano y mapear todos los genes que componen nuestro genoma.
El proyecto fue liderado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos y el Departamento de Energía, con participación de centros de investigación de Europa, Japón y otros países. También se desarrolló en paralelo una iniciativa privada, encabezada por la empresa Celera Genomics, lo que dio origen a una “carrera genómica” que impulsó aún más la velocidad del descubrimiento.
El resultado fue un catálogo detallado del ADN humano, que revolucionó el estudio de las enfermedades genéticas, abrió el camino a la medicina personalizada y generó nuevas oportunidades en áreas como la farmacogenómica, el diagnóstico molecular y la ingeniería genética.
Para el Dr. Cristian Gallardo, investigador del Laboratorio de Biotecnología y Genómica Acuícola de la Universidad de Concepción, conmemorar esta fecha es fundamental:
"El descubrimiento del ADN fue uno de los más grandes hallazgos en la historia de la humanidad. Hoy vemos cómo sus aplicaciones han sido clave en el avance de la ciencia, desde el ámbito médico hasta el manejo de especies relevantes para la alimentación mundial. Celebrar el Día del ADN es también celebrar la vida en su esencia, ya que allí es donde está focalizada".
Por su parte, la Dra. Sofía Valenzuela, del Laboratorio de Genómica Forestal del Centro de Biotecnología UdeC, destaca el vínculo directo entre el ADN y la biotecnología:
"La biotecnología moderna, tal como la conocemos hoy —con edición génica, producción de fármacos, y herramientas como CRISPR—, nace en la década del 70 con el descubrimiento de las enzimas de restricción. Desde entonces, el ADN se ha transformado en el núcleo de esta disciplina, y aunque hemos avanzado muchísimo, aún queda mucho por descubrir y comprender".
El Día Internacional del ADN no solo celebra el descubrimiento de su estructura, sino también la capacidad humana de leer y comprender su código a través de la secuenciación genómica. Esta técnica, que permite determinar el orden exacto de los nucleótidos del ADN, ha sido una de las herramientas más disruptivas de la biotecnología.
Gracias a la secuenciación, hoy es posible:
Identificar genes responsables de enfermedades.
Diseñar tratamientos personalizados.
Desarrollar cultivos más resistentes y productivos.
Crear microorganismos modificados para producir medicamentos, enzimas o biocombustibles.
El legado del Proyecto Genoma Humano impulsó una nueva era en la investigación científica. Hoy, el conocimiento profundo del ADN humano y de otras especies está transformando sectores como lamedicina, la agricultura de precisión, la biología sintética y la conservación de la biodiversidad.
Celebrar el Día Internacional del ADN es celebrar el conocimiento, la tecnología y las infinitas posibilidades que nos ofrece el estudio del código genético para mejorar la vida en el planeta.